A algunos de vosotros os sonará la palabra cajero. Los que no, sepan que se trata de un artilugio que tiene el don de darte dinero a cambio de sobar tu tarjeta un ratito. Luego te la devuelve calentica. Pero da la casualidad de que el cajero de Cabo Palos se ha enamorado de mi tarjeta, y la ha raptado para sobarla mucho más. La historia entre el cajero y mi tarjeta empezó esta misma tarde. Mientras ellos dos se conocían, yo me entretenía escribiendo mal mi número secreto. Cuando el amable cajero me ha comunicado que era incorrecto, he recapacitado y con mucha calma he vuelto a inventarme otro número al azar. Ya fuera de cachondeo, he sacado la tarjeta y me he sentado un rato en un banco para pensarmelo bien. La presion de quedarme sin comodines me ha podido, y lo he vuelto a intentar. Finalmente cuando he introducido el tercer numero secreto inventado in my mind, el amable cajero ha mostrado un texto aclaratorio en la pantalla: "Vete a la mierda, usuario inepto". Y con esto me ha querido explicar sencillamente, que se la queda. En el momento temporal en el que estoy escribiendo esto ya tengo la tarjeta en mi poder de nuevo, pero no veáis lo que me costó, vaya. Tuve que ir, como todo hijo de vecino, a la oficina por la mañana. Pero cuando llegué me atendió una señorita muy simpática que me puso cara de "Ostia, he perdido tu tarjeta" mientras que abría y cerraba cajones en vano. Es gracioso, observar esas cosas con cara de "Te voy a poner una reclamación", así como si miraras desde un estrado de varios metros de altura. Despues de coger varios tonos de color rojo, la señorita cuyo nombre ni voy a mencionar porque la muy perra no se lo merece, me preguntó que si tenía tiempo, o si había venido expresamente a por mi tarjeta. Qué gracioso, a mí con chistes! Claro, señorita, esta mañana me desperté en mi casa de la mitad de La Manga y pensé "¡Uy, son las 9! Me voy a Cabo Palos! Y claro, en una absurda coincidencia pasé por delante de esta oficina, y me decidí a entrar y preguntar por una tarjeta que, casualmente, su cajero de mierda se tragó ayer mismo. Gilipollas." Y me comentó que claro, si pudiera pasarme en una hora, su compañera y supuestamente la inútil que había perdido mi tarjeta, estaría para pasarle el marrón a ella. Como de mayor quiero ser el Dios Paciencia, le di una oportunidad divina, y me fui al Mercadona a esperar el tren, y al rato volví con dos bolsas de la compra de recuerdo, a la oficina de las pelotas. Por fin, la chica, me dio la tarjeta, me la activó, me pidió perdon, y me dio 20€ por las molestias. Por las molestias, y porque los sacó de mi cuenta, qué cojones. ________________________________________________ Y así termina mi periplo, "El Rescate de la Tarjeta Perdida". Ahora, tengo mi numero apuntado en un papelito que guardo en mi reloj de cuerda, antigüedad del siglo XVIII que siempre llevo encima. Para que no se me vuelva a olvidar, claro. ¿Alguna vez habéis tenido un problema similar? ¿A que jode? Ya os contaré alguna que otra historieta más dentro de poco, mientras tanto, espero que me empecéis a llenar la caja de comentarios, como siempre.
Mas que nada?, las peripecias para renovar DNIs y sus funcionarios porsupuesto..., y cuando se te pierde? que decir...
ResponderEliminar"Despues de coger varios tonos de color rojo, la señorita cuyo nombre ni voy a mencionar porque la muy perra no se lo merece, me preguntó que si tenía tiempo, o si había venido expresamente a por mi tarjeta.
ResponderEliminarQué gracioso, a mí con chistes! Claro, señorita, esta mañana me desperté en mi casa de la mitad de La Manga y pensé "¡Uy, son las 9! Me voy a Cabo Palos! Y claro, en una absurda coincidencia pasé por delante de esta oficina, y me decidí a entrar y preguntar por una tarjeta que, casualmente, su cajero de mierda se tragó ayer mismo. Gilipollas."
Escucha menos borderia con la tia, ella no tiene la culpa de que tu hayas puesto varias veces el numero mal, que se haya extraviado la tarjeta es una putada, que a lo mejor ni ella ha tenido algo que ver y te tiene que estar comiendo el marron y soportando tus aires aires de "yo soy el cliente y tu la trabajadora y por ello debes besarme los pies".
Pero bueno, ya te tocara ser dia tras dia el trabajador y entonces veras las cosas de otro modo
Se masca la tragedia... ¡chan chan!
ResponderEliminar¿Y de su incompetencia quién tiene la culpa, Anónimo? ¿Yo también?
ResponderEliminarJoder, que se trata de sacar un trozo de plástico de una máquina y entregármelo horas después.
No creo que pida demasiado, ¿verdad?
Yo, sin meter mas mierda en el asunto ya que parece que hay tensión...optaria por APRENDERTE EL MALDITO NUMERITO...cambia tu pin, pon tu fecha preferida jajaja y listo...no se, llamame listilla..pero creo q es la solución mas normal......noooo???? :P
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