Ayer por la mañana, estaba esperando el autobús de manera normal.
De manera normal desde el 2 de Enero, porque antes no tenía que esperar el bus a 50 metros más allá, sólo por estar fumando.
Cuando volví a la parada a seguir esperando, un señor mayor con pinta de viejo jubilado, se me acercó y me dijo "Perdona". Ahí es cuando pensé "Dios, por qué siempre me los mandas a mí, por qué".
SEÑOR MAYOR: "Perdona, mira, ¿Te puedo hacer una pregunta?"
YO: "No, gracias. Hoy no tengo ganas de publicar en el blog." (eso le habría dicho, si le hubíera conocido de algo)
"Sí, claro, dígame buen hombre".-Dije, mintiéndo como un bellaco.
"Mira, es que me quiero pasear, y estoy harto de los autobuses de trayectos cortos. Me han dicho que aquí se cogen los que te mandan a Los Urrutias, y cosas así..."
Me quedé unos segundos en silencio, pensando. Lo cierto, ahora que me paraba a pensar, es que nadie hasta el momento me había preguntado qué autobús te manda más a tomar por el culo.
Después de un rato de interesante conversación sobre temas que no me importaban un carajo, le dije:
"Lo mejor es que si le apetece pasearse bien lejos, tome el que le lleva hasta el Albujón".- Para el que no sea de Cartagena:
"Súbase a la 14, que le manda a la mierda, cerca de a tomar por culo".
Hasta este punto todo quedó encerrado dentro de una normalidad aparente. Yo seguía esperando mi número 5, y el señor mayor seguía esperando su número 14.
Algo hizo que me pusiera nervioso, sin embargo. Cuando se acercaba mi bus, el señor mayor se levantó como impulsado por un resorte, algún tipo de incentivo o por el contrario por nada en absoluto, y mientras me alejaba de la parada, me empezó a preguntar "¿Ese es el mío? ¿Es el mío ese?" (típico en nuestros mayores, todos sabemos que si le cambiamos el ordena a las frases, se entienden mucho mejor).
"¡No, señor!", grité justo antes de desaparecer por la puerta. "¡El suyo es el 14, recuerde, el 14!".- De todas formas, supongo que de ese recordatorio que le hice, el señor mayor entendió lo mismo que entendió la primera vez:
"Súbase al primero que pille, sin preguntar, y cuando llegue al final del trayecto, bájese, métase por uno o dos huertos, pregúntese dónde está, y cuando no se ubique, llame al 112 y espere sentado a que le encuentren. Es un buen juego".
Al día siguiente no leí nada acerca de ningún viejo extraviado, así que llevo unos días durmiendo la mar de a gusto. Espero que ninguna noticia sobre macabros hallazgos en el campo, enturbien mi sueño durante esta semana.
YO: "No, gracias. Hoy no tengo ganas de publicar en el blog." (eso le habría dicho, si le hubíera conocido de algo)
"Sí, claro, dígame buen hombre".-Dije, mintiéndo como un bellaco.
"Mira, es que me quiero pasear, y estoy harto de los autobuses de trayectos cortos. Me han dicho que aquí se cogen los que te mandan a Los Urrutias, y cosas así..."
Me quedé unos segundos en silencio, pensando. Lo cierto, ahora que me paraba a pensar, es que nadie hasta el momento me había preguntado qué autobús te manda más a tomar por el culo.
Después de un rato de interesante conversación sobre temas que no me importaban un carajo, le dije:
"Lo mejor es que si le apetece pasearse bien lejos, tome el que le lleva hasta el Albujón".- Para el que no sea de Cartagena:
"Súbase a la 14, que le manda a la mierda, cerca de a tomar por culo".
Hasta este punto todo quedó encerrado dentro de una normalidad aparente. Yo seguía esperando mi número 5, y el señor mayor seguía esperando su número 14.
Algo hizo que me pusiera nervioso, sin embargo. Cuando se acercaba mi bus, el señor mayor se levantó como impulsado por un resorte, algún tipo de incentivo o por el contrario por nada en absoluto, y mientras me alejaba de la parada, me empezó a preguntar "¿Ese es el mío? ¿Es el mío ese?" (típico en nuestros mayores, todos sabemos que si le cambiamos el ordena a las frases, se entienden mucho mejor).
"¡No, señor!", grité justo antes de desaparecer por la puerta. "¡El suyo es el 14, recuerde, el 14!".- De todas formas, supongo que de ese recordatorio que le hice, el señor mayor entendió lo mismo que entendió la primera vez:
"Súbase al primero que pille, sin preguntar, y cuando llegue al final del trayecto, bájese, métase por uno o dos huertos, pregúntese dónde está, y cuando no se ubique, llame al 112 y espere sentado a que le encuentren. Es un buen juego".
Al día siguiente no leí nada acerca de ningún viejo extraviado, así que llevo unos días durmiendo la mar de a gusto. Espero que ninguna noticia sobre macabros hallazgos en el campo, enturbien mi sueño durante esta semana.
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Y me despido hoy con una sencilla reflexión, que es la siguiente:
-¿Por qué tomar a los transeúntes por encargados del ayuntamiento, cuando toda la información necesaria la tenemos por detrás de cada parada?
La pregunta que por otra parte os formulo es la siguiente: ¿Habéis visto a alguien "raro" en alguna parada? ¿Qué extraña situación se os ha presentado/habéis presenciado en una parada?
Muchas gracias por pasaros y sentaros a leer un rato, que acabéis bien este Lunes de mierda.
Y por qué no "unoquehabla.blospot.com" ?
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