miércoles, 27 de abril de 2011

Por qué no dejar la puerta de la cocina abierta (Definición gráfica)

Habráse visto semejante GORDO cabronazo...


Muchos habréis pensado que no puede ser que mi gato este tan gordo como cuento en los artículos que le dediqué. Escribí dos. Uno, y dos.


Pues sí. Aquí lo tenéis. Si mi gato se convirtiera en hombre, su grasa produciría tanto calor que viviría bañado en su propio sudor constantemente. Ya no hay excusas. Ese es mi gato. ESO es mi gato.


PD: Esta actualización se la dedico a mi hermana, descuidada donde las haya.

3 comentarios:

  1. me cago en el gato de los cojones....

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  2. jo que perra te ha entrado con el gato no??jajaj pobrecitooo!!!!!!!!una de dos...o le dais mucho de comer o no lo movéis!!ademas es listo eeehhh!!! asi que nada de meterse con el... :(

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  3. Tiene un buen lomo el jodio....

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